La Compañía Nacional de Danza (CND) llegaba este
fin de semana a Santander con nuevo espectáculo y nuevo director, José Carlos
Martínez, tras la salida forzosa de Nacho Duato -dos décadas al frente de la
compañía- parece no haberse tomado muy bien este final y ha decidido prohibir
que se representen sus coreografías, postura “muy acertada” si le interesa que
su obra siga siendo conocida. Situación que obliga a la compañía a empezar
desde cero y renovar toda su estructura.
Me niego a creer que en la sociedad de
la información y las nuevas tecnologías, donde con diferencia de una semana
sale al mercado un ordenador o un móvil con más prestaciones que el anterior,
la solución a un problema como este sea la intervención policial, el veto de
numerosas páginas de Internet (pues de los enlaces de ésta dependían muchas
otras) y la detención de sus creadores, y se acabó problema resuelto. No
podemos ser tan radicales, habrá que buscar un punto intermedio en el que la
industria cultural no salga tan perjudicada como dicen y los usuarios puedan
acceder a sus contenidos de una forma más asequible que la que se plantea y más
cómoda.
Si el objetivo y todo nuestro interés
lo ponemos en buscar alternativas y que la cultura prime por encima de todo se
encontrarán soluciones.
I. Casanueva García